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La Sangre del León Verde

Divulgación Filósofica y Pensamiento Libre

Diferencia entre legalidad y legitimidad. El derecho a desobedecer

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  • Por Ciudadano 014-Q
  • en Píldoras de Filosofía
  • — 24 Dic, 2012

   La diferencia entre legalidad y legitimidad ha sido una cuestión fundamental de la teoría política y el derecho, desde los inicios del pensamiento humano. La ley es un conjunto de normas de conductas cuyo incumplimiento está sancionado por castigos. Tanto si la ley es una norma escrita como si es fruto de una tradición oral, se entiende que legalidad es todo aquello que ocurre dentro del marco legal dado como válido por el conjunto del cuerpo social. Un acto es legal cuando no incumple una norma; de este modo, cruzar el semáforo en verde, tirar la basura según la hora estipulada por la normativa municipal o no robar al vecino, son comportamientos legales en tanto que no incumplen ninguna ley.

Como vemos, es sencillo explicar lo que es legal, mucho más complejo es saber lo que es la legitimidad. En ocasiones entendemos que ciertos comportamientos son legales pero ilegítimos; por ejemplo, puede ser que criticar a los vecinos no sea un delito y, por tanto, no es un acto “ilegal”; sin embargo, entendemos que no es un acto legítimo hablar mal de alguien a sus espaldas. Vemos que la moral no está contenida por lo legal sino que más bien parece lo contrario; además, la cosa se complica cuando descubrimos que, en ocasiones, lo legal se opone a lo que sentimos como legítimo.

Cuando observamos las persecuciones que ha sufrido el pueblo judío en Europa durante los últimos siglos, comprendemos que actos que hoy nos parecen monstruosos eran perfectamente legales en determinadas épocas. Denunciar a tu vecino judío no solo era legal en la Alemania nazi o en la España de 1492 sino que no denunciarlo podía ser entendido como un delito. ¿Era legítimo que alguien se opusiese a esa ley y ayudase a los judíos víctimas de la persecución? ¿Condenaríamos su conducta? Creo que la mayoría de los lectores estarán de acuerdo en admitir que un hombre que violase esas leyes no actuaría ilegítimamente aunque sí ilegalmente. Estos conflictos no solo se originan cuando echamos la vista atrás o comparamos nuestros sistemas de leyes con los de otras culturas. Hoy en día ese conflicto entre legalidad y legitimidad está más vivo que nunca y continuamente el debate se reabre; por ejemplo, hace poco Dana Bakdounis se fotografió sin velo y subió su foto a una red social ¿acaso no tiene derecho una chica a negarse a llevar el velo aún cuando en su país la ley establece que debe llevarlo?

Dirimir cuales son los derechos individuales inalienables y que no pueden negárseles a ningún hombre independientemente de la sociedad en la que viva y sus leyes, es una labor compleja debido a las culturas y tradiciones humanas plurales que conviven en nuestro planeta. Sin embargo, y a pesar de tal dificultad, también existen abusos que la inmensa mayoría de la población mundial reconoce como tales por muy legales que sean: el lento exterminio del pueblo palestino, las guerras imperialistas, el hambre evitable…

La actual crisis económica en Europa ha puesto cruelmente de manifiesto este conflicto entre la ley y lo justo-legítimo. Cuando la ley condena al desahucio a una persona por haber perdido su puesto de trabajo o recorta derechos laborales, podemos dudar que tal ley sea legítima; mas, cuando los mismos que sostienen esas leyes indultan a banqueros, políticos corruptos y a torturadores pero no a las familias que se ven condenadas a la miseria, pocas dudas nos deben caber sobre la legitimidad de tales leyes y gobernantes. Por lo tanto, igual que un ciudadano alemán estaba moralmente autorizado a desobedecer ciertas leyes bajo la opresión nazi, nosotros lo estamos hoy para cuestionar nuestro grado de obediencia a unas leyes que se aplican conculcando derechos humanos básicos y haciendo uso de la violencia.

En definitiva, la cuestión teórica sobre la relación entre la legalidad y la legitimidad tiene, adoptemos la postura que adoptemos, consecuencias prácticas y políticas evidentes que no deben ser desdeñadas en el análisis.

imagen de: http://sanchezescribe.wordpress.com

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Tags: desobediencialegalidadlegitimidadley

28 Comentarios

  1. Ya he vuelto dice:
    19 febrero, 2013 a las 1:55 pm

    Hay un ministro de Justicia, apellidado Gallardón, que quiere imponer hasta 6 años de cárcel a quien ayude a un inmigrante ilegal. Pero que da la amnistía fiscal a los defraudadores. ¿Cómo se denomina a un individuo de esta calaña? En mi pueblo, hijo de **** de ******, nazi de ******, político de ******. ¿Y en el vuestro pueblo?

    Responder
    • Carlos Alberto dice:
      17 junio, 2017 a las 2:56 pm

      Basura

      Responder
    • Jaime dice:
      24 julio, 2018 a las 3:19 pm

      El límite y el control de la inmigración es obligación de cualquier gobierno. Detrás de este fenómeno se mira a veces solo lo que interesa y se obvia lo más peligroso a veces. La falta de control de la inmigración y eso de que las fronteras no existen, con el tiempo terminaría con la economía de un país, con su sistema democrático y con sus propias costumbres. No hay que olvidar lo que ya vemos en Europa, millones de musulmanes que quieren imponer su cultura y religión y se niegan a respetar los derechos de otros o simplemente no se integran ni quieren a pesar de las buenas ayudas sociales. Así de sencillo, en cuarenta años Europa podría estar en manos de musulmanes que son contrarios a nuestros principios y del sistema democrático. No analizar esto, es simplemente un suicidio seguro. Apoyo completamente al señor Gallardón

      Responder
      • Andrea dice:
        30 octubre, 2018 a las 5:38 pm

        Su comentario y la forma de pensar de dicho ministro es el perfecto ejemplo de un pensamiento generalizado, no todas las situaciones son iguales, generalizar sin ver el contexto es algo tan hueco. ¿Y entonces que sucede con la solidaridad y la empatía? ¿El chiste es ser cada vez más tiranos y desgraciados ante la situación de los demás?

        Responder
      • David dice:
        23 diciembre, 2020 a las 9:26 am

        La idea de que un inmigrante en situación ilegal es, aún así, una persona, hay que tomarla muy en cuenta y ponerla por delante de todo. Lo ideal sería poner más medidas para que los inmigrantes de estas condiciones consigan papeles de identificación y trabajo, no dar 6 años de cárcel a aquel que los ayude. A mí me parece mucho más conveniente eso, pues de ese modo quizá incluso logremos levantar la economía española, que lleva años jodida. Llego dos años tarde, pero tenía que responder de modo constructivo.

        Espero que tengas un grandioso día.

        Responder
  2. Guest dice:
    8 marzo, 2013 a las 2:14 am

    aburido

    Responder
  3. egor dice:
    14 junio, 2014 a las 3:09 pm

    la justicia boliviana no ha cambiado nada, y es muy lamentable por su ineficiencia, seguimos en lo mismo, la justicia comunitaria es eficiente aun todavia, porque por implicancia o poe el simple hecho de haber estado ahí se le castiga.

    Responder
  4. Omar Augusto Lopez Pemberthy dice:
    7 septiembre, 2015 a las 2:22 pm

    La legitimidad esta de mano con la justicia y el concepto profundo de lo que es el derecho y en una interpretación profunda o conceptualización acertada, esto sirve como una lámpara para vislumbrar el camino correcto por donde debe transitar el individuo, no solo en busca de sus derechos sino también en pro del cumplimiento de sus deberes . Quizás esa era la lámpara con la cual ese maravilloso filosofo griego, llamado DIOGENES, buscaba un hombre.

    En mi país hay una ley, 584 de 2000, ley de libertad sindical. fundamentados en esta ley se dice que los trabajadores pueden crear la cantidad de sindicatos que quieran o que consideren necesarios para la conquista de los derechos laborales. Esta famosa ley viene siendo aprovechada por los empleadores para patrocinar sindicatos patronales, para auspiciar la creación de falsos sindicatos con el propósito de impedir el fortalecimiento de los sindicatos autónomos e independientes y contrarrestar de esta manera la defensa de las garantías y derechos de los trabajadores. Es una estrategia que deslegitima el propósito y objetivo de los sindicatos determinado por la búsqueda de equilibrio entre el capital y el trabajo. Es así como se entiende que todos los sindicatos que se puedan crear y que son auspiciados por el empleador o que son el fruto de una competencia entre la CUT y la CGT por lograr el mayor numero de sindicatos afiliados a una u otra, piden ser legales por que están dentro del marco legal, pero ilegítimos por que no cumplen con los objetivos y propósitos de un sindicato autónomamente.

    Responder
    • Ciudadano 014-Q dice:
      9 septiembre, 2015 a las 6:28 am

      Omar, estoy de acuerdo con tu apreciación. La legalidad se corrompe cuando es utilizada como herramienta con la que los poderosos garantizan sus intereses. Aunque a un nivel formal una ley pueda ser justa si es utilizada de manera contraria al espíritu de la propia ley o contra el bien común deja de ser justa y se convierte en ilegítima, no la ley misma sino la aplicación que se hace de ella. Es como esas normas que garantizan el derecho a la propiedad privada; si esas leyes son garantía de nuestros derechos individuales frente al colectivo son leyes valiosas; por contra, si son utilizadas como excusa para la acumulación de capital y la rapiña o se ejercen en detrimento de otros derechos más fundamentales que el de la propiedad, como el derecho a la igualdad o a una vida digna para todos, son leyes rechazables.

      salud

      , como aquellas leyes que garantizan el derecho a la propiedad privada, si

      Responder
      • Carlos del Solar dice:
        20 mayo, 2017 a las 2:58 pm

        Considero que la mayor cantidad de leyes esta bien legislada, lamentablemente se tergiversan , desnaturalizan y corrompen ,cuando llegan a las manos de los que dan uso de ellas , en ello se refleja la pobreza de espíritu y la podredumbre del ser humano,de todas las culturas.

        Responder
    • Carlos del Solar dice:
      20 mayo, 2017 a las 3:04 pm

      Excelente comentario y ejemplo , mi estimado amigo.

      Responder
  5. Juan gabriel ch dice:
    3 octubre, 2015 a las 9:06 pm

    Legalidad es la que establece su deber en marco de la justicia y es una garantia del derecho para no ser oprimido en busca de lo legitimo que es el interes del soberano y el que sea legal es interes del subdito

    Responder
  6. MARIO dice:
    28 noviembre, 2016 a las 3:59 am

    MUY BONITO

    Responder
  7. José Almeida dice:
    10 enero, 2017 a las 9:52 pm

    Legalidad versus legitimidad.El marco legal establecido,sus componentes,obligatoriedad y deber de su implementacin y cumplimiento en el marco de la Sociedad.La legitimidad, nunca el criterio u la excepción,sino la correcta interpretación de lo que es legal;justo, sus implicaciones en el ámbito de su aplicación .Decoro,decéncia y honestidad del legislador en el impartir justicia. En el marco de la Sociedad Democrática ,la presunción de Inocencia; entrepuesto incontornable donde lo legal y lo legítimo hacen parada en perenne y saludable coabitacion.

    Responder
  8. Wilmer Mejías dice:
    25 enero, 2017 a las 10:39 am

    La legalidad se puede IMPONER sobre la base de la ley, sin embargo; la legitimidad no, ella dependerá de lo que la sociedad considere como justo y que esté dentro de sus concepciones de valores

    Responder
    • Carlos del Solar dice:
      20 mayo, 2017 a las 3:00 pm

      Suscribo todas y cada una de tus palabras ,mi estimado amigo.

      Responder
  9. Rucci dice:
    25 mayo, 2017 a las 11:56 pm

    Putos

    Responder
  10. Rucci dice:
    25 mayo, 2017 a las 11:57 pm

    River y nada mas💘

    Responder
  11. Lorenzo Ramasco dice:
    30 agosto, 2017 a las 3:27 am

    La legitimidad de una nación en un determinado contexto histórico y político no se puede juzgar de ilegitimo en otro momento. La legitimidad es determinada en gran parte por el apoyo o consentimiento que la sociedad le delega al soberano, es decir, haciéndolo pasar de un poder de hecho (tirano) a uno de derecho (legítimo) y que yo sepa Hitler llegó al poder ganando elecciones. Si la gran mayoría de los Alemanes consideraban que había que denunciar a los vecinos judíos por x motivo, era legitimo, ademas si la ley era válida (aspecto positivo) y era eficaz gozaba de legitimidad independientemente de la legalidad. Ahora bien, si lo analizamos partiendo de la idea de la norma hipotética fundamental planteada por Kelsen, es ilegitimo ya que no representan los valores intrínsecos de una sociedad que aspira a un Estado de Derecho. Ni hablar si lo juzgamos desde una perspectiva iusnaturalista, la cual fue utilizada en los juicios de Nuremberg para declarar culpables a varios jerarcas Nacional Socialistas.

    Responder
  12. Eduardo dice:
    23 octubre, 2017 a las 2:13 am

    yo solo vengo porque tengo que estudiar,la verdad me importa un pepino

    Responder
  13. Malandraca dice:
    30 noviembre, 2017 a las 4:15 pm

    Ayer juró como Senadora la mayor corrupta de la República Argentina; la ex Presidente Cristina Elisabet Fernández Vda. de Kircher. Aun siendo espuria, su banca es legal porque surgió de las elecciones de octubre pasado; ella ocupó el segundo lugar detrás de Bullrich, de «Cambiemos». Mas, es ilegítima, creo, por la condición de multiprocesada (ella y sus hijos).

    Responder
  14. Malandraca dice:
    30 noviembre, 2017 a las 4:16 pm

    Ayer juró como Senadora la mayor corrupta de la República Argentina; la ex Presidente Cristina Elisabet Fernández Vda. de Kircher. Aun siendo espuria, su banca es legal porque surgió de las elecciones de octubre pasado; ella ocupó el segundo lugar detrás de Bullrich, de «Cambiemos». Mas, es ilegítima, creo, por la condición de multiprocesada (ella y sus hijos).

    Responder
  15. Antonio Gutiérrez Alonso dice:
    28 febrero, 2018 a las 7:48 pm

    Lo siento, pero para mi prima la legalidad. Supongamos un hombre mata a su mujer, es ilegal, pero él puede considerar que es legitimo, ya que es «su» mujer.
    Me parece bien que las personas obren segun sus propias creencias, pero si lo legitimo, choca cóntra lo legal. La Ley tiene que imperal

    Responder
    • Jeff dice:
      5 diciembre, 2018 a las 2:52 am

      Eso no es así, la legitimidad no se fundamenta de creencias particulares, quiero decir, los valores éticos-morales (pueden llamarlos Leyes naturales) deberían primar sobre la legalidad.

      Responder
  16. Miguel González San Martín, de Chile dice:
    1 marzo, 2019 a las 12:21 pm

    Equilibrio. Esta es la clave.

    Responder
  17. Eric dice:
    17 septiembre, 2019 a las 1:30 pm

    Una duda:

    ¿Sería correcto decir lo siguiente?

    «Es ilegítimo que los políticos ultraliberales y los ultracomunistas hayan llegado a una coalición de gobierno, siendo el presidente ultraliberal y el vicepresidente ultracomunista?
    O
    «Decir que es ilegítimo que una asociación de stop racismo se alíe con una asociación nazi, del KKK o anti migración»

    Sería correcto emplear el término «ilegítimo» en este caso? Ya que es perfectamente legal, pero va totalmente en contra de la moral o la ética de los defensores o votantes de esos partidos

    Responder
  18. ¿Eres demócrata o franquista? Naturaleza y función de los Derechos Humanos | Filosofia en el Peña del Águila dice:
    24 febrero, 2020 a las 9:37 am

    […] Art (lasangredelleon): Diferencia entre legalidad y legitimidad […]

    Responder
  19. Silvina dice:
    24 mayo, 2021 a las 6:25 pm

    No termino de entender que es la legitimidad

    Responder

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