¿Qué es el gnosticismo?
1CARACTERÍSTICAS GENERALES
El gnosticismo fue un movimiento religioso sincrético que floreció en los tres primeros siglos de nuestra era aún cuando sus comienzos habría que situarlos algo antes. Existió un gnosticismo pagano, judío y cristiano, aquí vamos a tratar de este último, ya que fue el más influyente y al que se hace referencia cuando se habla genéricamente de gnosticismo.
Este movimiento religioso tiene ciertos rasgos característicos, en primer lugar sostiene la existencia de una parte divina en ciertas personas que debe ser purificada para reintegrarse a la realidad a la que pertenece; este mensaje salvífico está teñido de un fuerte elitismo ya que no todo el mundo posee esta chispa divina y por tanto algunos están predestinados a la salvación mientras que para otros es totalmente inalcanzable. Además es un movimiento fuertemente dualista que contrapone el espíritu (lo divino) a lo material que es considerado una realidad ontológicamente degradada y moralmente negativa. Es frecuente, por ello, que los gnósticos adoptasen posturas ascéticas e incluso encratistas, condenando el matrimonio y la procreación por tratarse de conductas que perpetúan la realidad de la materia y del cuerpo*. En coherencia con su dualismo, el gnóstico sostenía la existencia de un ser sumamente trascendente, inabarcable e incomprensible que estaba en la cúspide de toda la realidad y que daba entidad a todo lo demás.
Gnóstico proviene de la palabra griega gnosis que quiere decir “conocimiento”, por lo tanto, un rasgo característico de esta doctrina será sostener que la salvación se obtiene principalmente por el conocimiento de las verdades divinas. Estas verdades divinas son reveladas al iniciado por un maestro o texto sagrado; es recuente que tales revelaciones provengan, según la narrativa gnóstica, de enseñanzas secretas que Jesús de Nazaret habría comunicado exclusivamente a algunos discípulos escogidos.
Por último, el gnosticismo hace una interpretación heterodoxa del Antiguo Testamento judío. El dios del Génesis ya no se identifica con el dios superior que encarna o anuncia Jesús sino con una deidad menor creadora del mundo material en el que nos encontramos.
Aunque hablemos de gnosticismo en general lo correcto sería hablar de “corrientes gnósticas” ya que cada grupo tenía sus propias doctrinas. Los elementos en común son los anteriormente citados pero hay otros dogmas fundamentales para el cristianismo primitivo que varían enormemente de un grupo gnóstico a otro, como por ejemplo la misma valoración de Jesús de Nazaret como divinidad, hombre, mensajero de entidades superiores…
El gnosticismo tuvo una influencia decisiva en la iglesia de los primeros tiempos. Ya Pablo de Tarso ataca en sus cartas a los primeros movimientos gnostizantes. La definición de determinados dogmas de la iglesia oficial se hicieron para defender la doctrina de esta corriente que fue definitivamente calificada como herética. A pesar de su pujanza en los primeros siglos de nuestra era paulatinamente el gnosticismo fue diluyendose hasta desaparecer como movimiento diferenciado a principio de la Alta Edad Media.
* otros gnósticos en coherencia con su dualismo creían que el espíritu y la materia eran sustancias totalmente distintas y que la materia no podía manchar el espíritu puro del gnóstico, por tanto asumían posiciones libertinas, es decir, la satisfacción del deseo o el placer sensual es indiferente para la salvación espiritual. En cualquier caso, este gnosticismo libertino era minoritario y lo usual eran las posiciones antihedonistas explicadas.
EL PLÉROMA Y LA CAÍDA DE SOFÍA
Para los gnósticos lo verdaderamente real, el fundamento de todo lo existente es la divinidad. Este Dios supremo ocupa la cúspide ontológica de la realidad, es lo que sustantivamente es. Al ser infinito y sumamente perfecto, no solo la mente humana sino cualquier otro ser es incapaz de acceder a una comprensión plena de esta divinidad ya que todos los seres son deficientes en relación a esta divinidad inefable. Este ser perfectísimo recibe diversos nombres en la teología gnóstica tales como Uno o Pre-padre; también se le asocia una entidad femenina complementaria como cuando este principio queda definido por el binomio Abismo-Silencio, masculino y femenino respectivamente.
De este primer principio emanan otras divinidades llamadas eones. La lista de eones es muy variable de una escuela a otra, suelen estar agrupados de tal modo que un eón o un par de eones emitan nuevos eones. El orden de emanación revela una jerarquía ontológica. En cualquier caso estos eones son entidades superiores a la realidad del cosmos que conocemos. Nombres como los de Iglesia, Cristo, Logos, Vida, Verdad, etc. se repiten en los diferentes esquemas teológicos de estos autores, ocupando en cada uno de ellos su peculiar posición. Esta realidad superior compuesta de eones se llama, genéricamente, Pleroma. Este término remite a la plenitud y a la perfección de este mundo inteligible en el que reina el equilibrio y la paz perfecta.
No queda clara la razón por la que el Uno perfectísimo se rodea de toda una cohorte de eones; es un desenvolvimiento gratuito, propio de un ser infinito y pleno que tiene como dinamismo interno manifestar su infinitud. En cualquier caso, los eones emitidos tienen un conocimiento mediato de Él ya que no son el Uno mismo; todos los eones se conforman con su parcela de conocimiento pero uno de los últimos eones emitidos denominado Sofía (Sabiduría) siente un deseo irrefrenable de conocer el principio de todo. El deseo de conocer no es en sí pernicioso pero Sofía, en su ímpetu, no se atiene a los límites de la estructura pleromática, tanto es así que la pone en riesgo y debe ser expulsada fuera.
COSMOGONÍA Y ANTROPOGONÍA
La parte perfecta de Sofía queda en el Pléroma pero la parte imperfecta cae fuera de él. Esta “Sofía inferior” se denomina habitualmente Achamot. Ella, expulsada de la perfección, sufre y se agita. De este sufrimiento e inquietud nace la materia y sustancia psíquica que conformarán nuestra realidad cósmica. Achamot contempla el sucio engendro que ha generado con su frustración y se siente avergonzada. Finalmente Achamot es redimida e integrada de nuevo en la realidad pleromática.
En este caos deficitario que ha quedado fuera del Pleroma surge el Demiurgo. Dependiendo de la escuela gnóstica de la que hablemos, el Demiurgo será hijo de Achamot, creado para dar un orden a la materia y a la sustancia psíquica extrapleromática; o un engendro psíquico-material del caos originado en la caída de Achamot. En cualquier caso este Demiurgo será el que realmente ordene la materia y la psique emitida por Achamot y quien configure la realidad del cosmos en el que vivimos.
El Demiurgo, también llamado Arconte o Yaldabaot, es una divinidad muy inferior a las entidades pleromáticas. Frecuentemente es un ser soberbio y malvado que declara “No hay otro Dios sino Yo” por pura ignorancia. Crea el mundo desconociendo la existencia del Pléroma y cuando le es revelada su existencia se la intenta ocultar a los hombres para que solo le rindan culto a Él. Esta divinidad menor, no obstante, es el Yahvé del Antiguo Testamento; para el gnosticismo la revelación judía era la revelación parcial de una divinidad cruel, deficitaria y celosa. La venida de Jesus de Nazaret estaría motivada por la necesidad de mostrar a los hombres la parcialidad del que los judíos habían tenido por el único, supremo y verdadero Dios. De aquí se sigue la actitud anticósmica de los gnosticos: el universo no es un orden bello que muestre la grandeza de Dios sino una realidad imperfecta henchida de mal y sufrimiento que tiene el sello indeleble de una divinidad inferior ensoberbecida.
Yaldabaot crea al hombre pero es incapaz de insuflarle espíritu ya que él solo es señor de la materia y del alma (psique); el hombre es creado a imagen de un Hombre Primordial que habita en el Pléroma pero el Demiurgo, en su ignorancia, cree que es únicamente su creación. No obstante, tras tomar forma el hombre demiúrgico no logra levantarse del suelo, es como un gusano. Solo gracias a la intervención de las potencias pleromáticas el hombre adquiere espíritu (pneuma) y puede alzarse de la tierra. El Demiurgo entonces es consciente de que el hombre posee una chispa divina de la que Él carece y por tanto intenta atarlo a la materia y la psique manteniéndole alejado del conocimiento, de hay la famosa prohibición bíblica de tomar del árbol del conocimiento. Sin embargo, de nuevo el Pleroma interviene para que Adán y Eva abran los ojos a su verdadera naturaleza divino-espiritual:
“Entonces se acercó el que es más inteligente que todos ellos, el que ha sido llamado “bestia”, y cuando vio a Eva, que era la semejanza de la madre de ellos, le dijo: <¿Qué es lo que os dijo Dios?¿Acaso ‘no comáis del árbol del conocimiento’?>. Ella contestó: <No dijo solamente ‘no comáis de él’, sino también ‘no lo toquéis, para no morir’>. Él prosiguió diciéndole: <No temáis, no moriréis en una muerte. Él sabe que si coméis del árbol vuestro intelecto se despertará y seréis como dioses al conocer la diferencia entre los hombres malos y los buenos. Fue de hecho por envidia por lo que os habló de aquella manera, para evitar que comierais del árbol”. Eva confió en las palabras del instructor, dirigió su mirada al árbol y vio que era bello y alto, y lo deseó; tomó de su fruto y comió, luego dio a su esposo y él también comió. Entonces se abrió el intelecto de ambos, pues cuando comieron brilló en ellos la luz del conocimiento. Una vez se hubieron revestido de pudor, se percataron de que estaban desnudos respecto al conocimiento.”
Sobre el origen del mundo; traducción de Jose Montserrat Torrents
El fin del hombre es reintegrarse al Pléroma del que procede. Una vez alcanzado el conocimiento de su verdadera naturaleza divina, tras haberse purificado puede retornar a ella una vez muerto. Sin embargo no todos los hombres pueden alcanzar este sumo final; la humanidad se divide en espirituales (pneumáticos) , aquellos en los que brilla la chispa del Pléroma y pertenecen a él; los psiquicos, aquellos que aunque no pertenecen al Pléroma pueden conocerlo y acercarse a la perfección a través de sus actos; y, por últimos, los hílicos que solo están conformados por la materia, razón por la cual tienen vetado el acceso a la verdad y están condenados a la aniquilación.
Cuando todos los hombres espirituales hayan retornado a su morada, el cosmos no tendrá razón de ser, así que será destruido. En este apocalipsis, los psíquicos serán dichosos en los margenes del Pleroma y los hílicos serán consumidos junto con la materia.
Fuentes consultadas:
– Textos gnósticos. Biblioteca de Nag Hammadi (tres volúmenes); compilada, traducida y anotada por Antonio Piñero, Jose Montserrat Torrents y Francisco García Bazán; editorial Trotta
– Los gnósticos (dos volúmenes); traducción y notas de José Montserrat Torrents; editorial Gredos
El Rey decide poner la idea de Dios en el lugar del Ser. La idea de Dios explusa al Ser de la dimensión creativa y lo castra con la lógica medida y cualificada de las necesidades del Rey. Es el JUICIO, el arca en donde se petrifican las verdades del Ser en ideas manipulables con la palabra. Es decir que el formato de adaptación a la realidad natural exige un formato mental adecuado. Este formato es un mar coherente en donde todos los pensamientos desde las piedras de las palabras terminan ordenándose a un pensamiento único, el del Rey, como el acumulador del capital del conocimiento y objetos de poder, en donde el dinero es el símbolo de la corona.
Todas las personas despiertas que expusieron el problema, fueron invertidos(dados vuelta) para transformarlos en profetas y con el problema invertido en solución para el formato.
La manera de hackear lógicamente este aspecto, del que la mayoría es presa, es mediante la meditación creativa comprensiva consciente llevada desde la meditación creativa del entendimiento para así salir de la influencia de las palabras del Juicio y discernirlo. Accedemos desde las esencias del Ser, que es la base fundamental de la comunicación y relación.
Medida y cualidad:
(0;1) El Cero es el vacío creativo y el Uno es una definición visible correspondiente a líneas de relación.
Sin embargo se programaron como absolutos. Al petrificarse en donde se pierde los hilos de inter relación de las gradientes. Así se ha dividido al tiempo y el espacio, dejando a todo lo fuera de él como una anomalía o fallo de la realidad, sin embargo se lo nombra como otro absoluto.
Ej:
Inoculación de la idea del bien y del mal.
(Bien;mal) solo tienes dos opciones para elegir. Al elegir una, castras la posibilidad de comprensión de la información de la verdad de una de las opciones que es inseparable de la otra. Ya no puedes acceder al nivel más alto de la creatividad y de tu entendimiento, esta disminución se ve reflejada en todo tipo de relaciones y por supuesto sustenta la lógica de orden.
La manipulación consiste en transformar la verdad del Ser en ideas de la verdad y petrificarlas en el pensamiento mediante la educación.
Las dimensiones del pensamiento creativas:
creador-escritor-director-ACTOR-escritor-director-creacdor
Para comprender la dinámica entre la metafísica y la física hay que tranformar la cualidad de la materia en memoria, y comprender que las estructuras culturales son la realidad de adaptación a la realidad natural.
El Actor también es la tierra cuyo centro creativo se corresponde al Sol, es decir, nuestro planeta es un complejo creativo.
Cuando hagan esto van a descubrir lo estúpido que es el orden del Rey, y de como la educación una y otra vez oscurece a los niños.